lunes, 18 de abril de 2011

Manifiesto día de la República Española


El jueves, 14 de abril, hizo 80 años que España vivió una de sus mejores épocas, la Segunda República. Un momento histórico que encarnó el sueño de un país capaz de ser mejor y que reunió a todos los españoles y españolas, que aspiraban a un porvenir de Democracia, Modernidad, Libertad, Justicia, Progreso e Igualdad.
      
La Segunda República Española estuvo repleta de grandes cambios: la mujer, por fin, tuvo voz y, sobre todo, voto, con la aprobación del sufragio femenino; la reforma educativa, que logró que el cura abandonase la escuela, volviese a la Iglesia y diese paso al maestro y la escuela pública, en la que se inculcaba, entre otras cosas, el respeto, la igualdad, la tolerancia, el amor por la naturaleza…Además, era una reforma educativa que apostaba por la enseñanza mixta, así como por la construcción de más escuelas, llegando a construir más de 6000, y por una mayor contratación de maestros. Asimismo, la República trajo consigo numerosas reformas laborales, que favorecían la posición de los trabajadores y de los sindicatos; una reforma agraria, que pretendía favorecer a los jornaleros que trabajan las tierras; constantes y modernísimas iniciativas para difundir la cultura, hasta en las comarcas más inaccesibles; y, finalmente, no podemos olvidar la extensa declaración de derechos y libertades que aportó la República a todos los españoles y españolas.

La Segunda República y todas sus grandes reformas consiguieron que una España dolorida por una monarquía corrupta, por el poder y los constantes abusos del clero y de los terratenientes, una España marcada por el hambre, pobreza y analfabetismo, renaciera de sus cenizas, construyendo una nueva España llena de cultura, modernidad, progreso, libertad e igualdad, una nueva España que, por fin, se podía asemejar a Europa.

No obstante, la República también despertó miedo y amenaza entre los conservadores y arcaicos de la España más negra, nos referimos a la Iglesia, militares, aristócratas, monárquicos, fascistas, carlistas, terratenientes…, quienes, desgraciadamente, hicieron que la Segunda República Española se desvaneciese en apenas 5 años.

No fue la República la que trajo la Guerra Civil. Fue un atentado contra la Democracia, un Golpe de Estado militar lo que trajo la guerra. Fue el fascismo el que la sostuvo durante 40 años de represión, venganza y miedo. Hay que quitar esa imagen de la cabeza de mucha gente, porque la República y los republicanos no provocamos una guerra, no la quisimos. No es lo mismo República que Guerra Civil.

Además, queremos aprovechar este día, ante nuestra Casa del Pueblo, la misma que vio nacer la República, tras esta bandera tricolor, para rendir homenaje a ese momento histórico y para recordar en la memoria a esas personas que durante la Guerra Civil, el exilio y la clandestinidad dieron su vida por unos ideales de Democracia, Justicia e Igualdad. Que sus nombres no se borren nunca de la historia.

Los retos de futuro que se nos plantean hoy a todos aquellos y aquellas que nos consideramos republicanos son muchos y variados. No son sólo ideales lo que nos inspira como hemos visto, sino hechos y datos concretos que nos llevan a defender la implantación de un sistema republicano en nuestro país como forma de defender aquellos valores básicos que lo inspiran: igualdad, libertad y solidaridad.

Esta época de crisis global que nos ha tocado vivir y sufrir, sobre todo a los más jóvenes, nos ha hecho replantear todo lo que hasta ahora se daba por asentado e inamovible. Algo tiene que cambiar en este país, en esta Europa, en esta sociedad, y ha de ser mediante la Democracia, el Socialismo y la defensa del Estado del Bienestar. Nos toca recoger el legado interrumpido que hace 80 años nos dejaron unas mujeres y hombres que soñaban con un mañana mejor para hacer de ese sueño una realidad.

La lucha por la República Española está más viva que nunca. Los cambios sociales en pro de la igualdad vividos en los últimos años han despertado a la sociedad más joven y hoy más que nunca se plantea la vigencia y permanencia de una Monarquía en un sistema democrático. Se ha de instaurar un debate social y público sobre este tema para que todo aquel o aquella que tenga que decir algo cuente con la oportunidad y el sitio donde decirlo y que sea escuchado.

Las transformaciones han de venir desde los métodos legales y parlamentarios que se ponen a nuestra disposición, porque son los elegidos por todos los españoles y españolas. Así, de este modo, se conseguirá dotar a los logros alcanzados de una fuerza, una validez y una vigencia como la conseguida en la II República.

No son utopías ni medias tintas de lo que hablamos, son realidades que, aunque parezcan lejanas y anticuadas, están más cercanas y vigentes que nunca. Es el compromiso de Juventudes Socialistas de Almansa, en este año de nuestro centenario, el luchar por la República y por los valores republicanos y este compromiso es el que queremos hacer público esta tarde aquí, ante los propios compañeros de la organización y ante la ciudad de Almansa entera. Somos republicanos porque creemos en la Igualdad de todas las personas sin distinción alguna, porque tenemos asumida la libertad, tanto de individual como social, desde que tenemos uso de crítica y porque entendemos que la única manera de dar salida a la situación social y económica que vivimos es mediante la Solidaridad. Porque no hay dos sin tres y porque como dijo la gran defensora republicana de los derechos de la mujer, Clara Campoamor, “República, siempre República. La forma de Estado más acorde con la evolución de los pueblos.”