martes, 27 de abril de 2010

Todo más claro

"Aquellos, los del principio, de este final asombrados".

He querido empezar con estos versos de Pedro Salinas porque creo que esconden mucho más de lo que aparentemente muestran. Desde hace unas semanas atrás, estamos asisitiendo a un festival del orgullo que no es ni mucho menos el LGTB, no quiero ofender a tan honrado colectivo. La Derecha española, tras treinta años con la careta de la Democracia, la libertad y el progresismo puesta se está empezando a mostrar tal y como es. Asistimos al comienzo de lo que puede ser el conservadurismo más rancio, oscuro y negro al que este país se va a tener que enfrentar desde tiempos de la bandera del pollo.

Las muestras de todo esto cada día se suceden de manera más descarada y continuada. A nivel nacional lo podemos ver con el caso del juez Garzón: la Falange, un partido y una ideología que a sus espaldas carga con la muerte de más de 200000 españoles, ha conseguido que un juez que realmente ejerce la Justicia sea sentado en el banquillo de los acusados por querer devolver la dignidad a miles de familias que durante largas décadas no han sabido nada de sus padres o abuelos mientras que ellos se pasean tranquilamente por la calle con sus proclamas en contra de la libertad. ¿Es posible que esto suceda en el apelado País de los Derechos Sociales? Todo ello puede suceder, desde luego, gracias a la inestimable ayuda de ciertas personas pertenecientes a la cúpula judicial nostálgicos de una época en lo que todo se hacía "por la gracia de Dios".

A nivel regional en Castilla - La Mancha hemos tenido otra muestra muy clara con el Estatuto que no ha salido adelante. La señora Cospedal, presidenta del Partido Popular de esta región y Secretaria General del mismo a nivel nacional ha traicionado a Castilla - La Mancha con el fin de alcanzar unos objetivos personales, demostrando un nulo interés por nuestra tierra y gentes. Sabía que sin el apoyo del (presuntamente) corrupto Camps y el incompetente Valcarcel no podrá ser nada a nivel nacional si algún día su partido llega a gobernar, por lo que prefirió doblegarse ante ellos en vez de luchar por sus tierras, sus paisanos y sus gentes. Alguien tan alejada de sus hermanos, vecinos y paisanos no es digna de gobernar en esta tierra humilde pero fuerte y orgullosa.

Y si nos queremos poner con ejemplos cercarnos, tan solo tenemos que ver el caso de nuestra ciudad: el PSOE de Almansa denuncia los presupuestos por estar increíblemente mal hechos, decimos que ILEGALIDAD TRAS ILEGALIDAD NO VAMOS A PERMITIR QUE ESTE AYUNTAMIENTO SE CONVIERTA EN EL DE MARBELLA y la reacción que encontramos es de lo más increíble: el Equipo de Gobierno en pleno sale en rueda de prensa diciendo que van a denunciar a Quique, el Secretario General. Mi pregunta es, ¿qué pretenden? Tras una corta y simple reflexión he llegado a la misma conclusión que podría llegar cualquier almanseño: quieren callarnos como hicieron durante casi cuarenta años de dictadura esos señores que antes decía que han sentado a Garzón en el banquillo. Este hecho es algo que por fin demuestra que el Partido Popular no termina de comprender las reglas del juego democrático y quiere recurrir a métodos que su ideología utilizó en otros tiempos desprestigiando la Libertad de Expresión, al tiempo que los Independientes muestran a toda nuestra ciudad que no se sitúan en el centro ideológico, sino tan o más a la derecha que su compañero de coalición de gobierno. Se podría llegar a decir que son práctiacmente los mismos retrógrados.

Todos estos casos hacen que nuestra sociedad se convulsione ante algo que se creía enterrado en las arenas del pasado pero que está demostrando estar más activo que nunca. Sin embargo, quiero dejarles una cosa muy clara a todos ellos: somo un partido con más de 130 años de historia, tenemos una ideología fundamentada, realista y basada en la igualdad, la solidaridad y la libertad que nos ampara y nos dea fuerzas y utilizamos a la Democracia como nuestro mejor caballo de batalla porque creemos en ella, nos la creemos de verdad. Vamos a dar hasta nuestro último aliento y gota de sudor en luchar por lo que creemos justo y necesario como nos demostraron nuestros antecesores que hay que hacer y tan solo seremos vencidos cuando la Democracia sea destruida o el paso del tiempo así lo quiera.

El principio de este artículo lo he querido comenzar con esos versos del gran Pedro Salinas porque para mí son un pequeño homenaje a todos aquellos que pensaron como nosotros y ya no están aquí: a aquellas personas que murieron en Cádiz víctimas del absolutismo monárquico por creer y defender en la libertad y la Democracia; a tod@s aquell@s republican@s que dieron su vida por defender una democracia legítimamente consolidada; a todos los padres de la Democracia actúal que ya no nos acompañan por culpa del impasible tiempo. Como dice el verso: Aquellos, los del principio que creían que algún día se conseguiría la ansiada Democracia y que por fin llegó, asombrados de este final en el que la derecha parece que quiere volver a imponer sus postulados absolutistas.

Javier Navarro López. Secretario de Organización de Juventudes Socialistas de Almansa.

viernes, 16 de abril de 2010

Manifiesto del día de la República Española

Hoy es 15 de Abril, y hace 79 años estoy seguro de que, en ésta misma plaza aún retumbaban los gritos de júbilo y alborozo del día anterior. Tras nosotros, la centenaria Casa del Pueblo, aunque con otro cuerpo, bullía, y Almansa despertaba en un nuevo régimen. Había llegado la República, sin una gota de sangre, y con el respaldo tan sólido como espontáneo, desde la burguesía hasta los trabajadores. La República era ilusión.

Hoy recordamos el advenimiento de la II República Española, pero no la única. Fue la 2ª, y la que más impresión ha dejado en la historia, ¿por qué será? La II República trajo una sensación que escaseaba en España. Una droga, un calmante para una sociedad enferma de monarquía corrupta, trajo ILUSIÓN. Lo que la hizo única fue la avidez de progreso y libertad que la sociedad poseía, una fuerza años contenida que estalló en la primavera del 31 y que, como una marea potentísima, no tuvo límites.

Por primera vez en el siglo XX, y casi en la historia de España, los desfavorecidos y los burgueses, los intelectuales y los analfabetos de todo el país corearon juntos un VIVA LA REPÚBLICA que rompía aquellas cadenas que tanto sufrimiento causaron en el siglo XIX.

La República no era de izquierdas, exclusivamente. Ese es su gran triunfo. Su gran fracaso todos lo conocemos; el régimen, como todas las ilusiones, no podemos sino susurrarlos, pues tan solo el sonido de nuestras palabras pueden hacer que vuelen con el viento. 

La República no se enfrentó a un viento suave, no, se enfrentó a una vorágine tempestuosa que la puso a prueba desde el primer minuto de su existencia, y que acabó llevándosela por delante. El viento de la intolerancia, la tradición más retrógrada, los valores más conservadores y arcaicos de la España más negra. Iglesia, militares adictos al pronunciamiento, aristocracia, monárquicos revanchistas, carlistas, proto-fascistas; todos ellos soplaron con tal fuerza que pervirtieron los valores, las intenciones y los actos de un régimen joven que tenia muchísimo que ofrecer, y que la historia condenó muy pronto.

“La República debe ser radical o no ser” decía Azaña.

Hoy en día, a todos los aquí presentes, nos regalan adjetivos como “revanchistas, pasados de moda, arcaicos, retrógrados y admiradores del pasado”, precisamente lo hacen aquellos que antes citaba con esas mismas palabras. Se mofan de nosotros por mirar con respeto a un pasado que pretendió cambiar a España, y que lo consiguió, pero no como pretendía.

La república debe ser radical o no ser. Hay mucho tras las palabras del Presidente. Había que ser muy radical para catapultar a España hacia lo que consideramos justo. Había, como decía José Luis Rodríguez Zapatero, que gobernar deprisa, porque todo lo que se avanzara en derechos, libertades y justicia, no podía ser invalidado por la derecha. Y la República fue radical, aunque menos de lo que siempre han denunciado “ellos”, pero sobre todo, la República fue el primer, y aún hoy más libre régimen de los que ha pasado por España.

Por ello, recordamos hoy lo que fueron los primeros pasos de algo que ocurrió hace 79 años, y que nos demostró que España podía parecerse a Europa, que los españoles podíamos renacer de las cenizas polvorientas del régimen monárquico, y que el humanismo más idealista podía ser sistema, un sistema de libertad, igualdad y derechos fundamentales que podía compartir la izquierda y la derecha.
Una ilusión truncada años después, y que todos hemos pagado, desde los más ancianos hasta los más jóvenes.

La República se adelantó a la España en la que nació, y lo pagó caro. Hoy tenemos que aprender que ese fracaso ha mutado en triunfo, por mucho que “ellos” quieran aún seguir pisando con su bota de hierro. Y todos aquí sabemos a qué me refiero, cuando “el invicto” sigue venciendo, como el Cid, batallas después de muerto, pero ahora, en lugar de ser con bayonetas y fusiles, es con autos e imputaciones en los Tribunales.

Como hace días se dijo en la Universidad Complutense de Madrid, NO PASARÁN por encima del recuerdo.

Pero hoy también tenemos que dirigir nuestra mirada al futuro. Recordar a la II República Española nos tiene que ayudar a entender sus triunfos pero también sus errores. Hay mucho que aprender de su historia, y muchas conclusiones que sacar a tal efecto. Ante todo, la República, el espíritu de la República es un sentimiento, y trasciende de regímenes políticos. Eso es lo que la hizo perdurar en la memoria y lo que la hará eterna.

Podemos reivindicar la III República, si, pero también podemos ser “reformistas”. La historia nos cuenta que no inventaríamos ninguno de los dos postulados. Caminamos sobre pasos ya andados, contrariamente a lo que decía el poeta, y a elegir el sendero que cada uno llevaremos a cabo. Ambos nos llevaran a mantener vivo un espíritu que no debe apagarse, para que, sea de la forma que sea, bajo el régimen que haya, consigamos una sociedad justa y libre, una sociedad republicana.

JUVENTUDES SOCIALISTAS DE ALMANSA

martes, 13 de abril de 2010

Lo que nos une

No siempre se está de acuerdo. Hay muchos temas en los que nos cuesta llegar a entendimiento entre unas corrientes y otras porque no pensamos de la misma manera o concebimos la realidad diferente. Este es un hecho que siempre nos ha matado. El “divide y vencerás” en nosotros ha hecho su aparición más estelar, casi anunciado con cornetas, bombos y platillos. Es nuestra mayor lacra.

Sin embargo, todos los años cuando se acerca el 14 de abril parece que algo inesperado surge, nace. Es algo que nadie imagina debido a los continuos enfrentamientos en los que la izquierda (sí, efectivamente estaba hablando de la izquierda) siempre estamos enzarzados, pero sucede. Los comunistas, socialistas, anarquistas, socialdemócratas y liberales progresistas aparcamos todo eso que nos separa a un lado para poder centrar todas nuestras fuerzas en una causa común con la que todos soñamos: la República Española.

Esa aspiración a un cambio de regimen en España es lo que hace de manera democrática, consensuada y tácita que luchemos todos unidos, aunque solo sea por un día. Unimos nuestras memorias para recordar a aquellos que un día defendieron este mismo sentimiento y fueron asesinados por ello. Unimos nuestras fuerzas para reivindicar un sueño cada día más cercano y real. Unimos nuestras voces para chillar al mundo que “Serenos y alegres, valientes y osados haremos un himno a la lid” al tiempo que en nuestros corazones suena esa mítica frase de “no hay dos sin tres...”
Por un día, la izquierda vuelve a estar junta sin rencillas ni rencores. Desde mi humilde punto de vista creo que es una razón suficiente para celebrar,año tras año el día de la República Española. Algo digno de ver. Un hecho que se podría calificar casi de histórico y que nos debe servir para reflexionar acerca de la importancia que últimamente está adquiriendo la República y sus valores de Libertad, Igualdad y Solidaridad en nuestra sociedad y país.

Tenemos la oportunidad de conseguir algo grande y no lo debemos dejar de escapar. Es una de las cosas que la izquierda democrática contemporánea tiene clavada como una espinita en la garganta y poco a poco vamos a sacárnosla. Sin prisa pero sin pausa, con los medios necesarios y sabiendo que la lucha es dura, pero que al final se conseguirá ese sueño que toda la izquierda separada busca de manera común.

 Javier Navarro. Compañero de Juventudes Socialistas y Secretario de Organización.