
Así nos robaron, hace hoy ya 79 años, a Federico García Lorca. Los fascistas no dejaron de él ni el rastro de su tumba. Lo que no sabían es que pueden matar al hombre, pero no la idea. Y mucho menos a la poesía.
Recordémosle, no como un mártir, sino como alguien íntegro que antepuso la libertad a la vida. Un ejemplo de entereza y resistencia ante la irracionalidad de aquellos que basaban su vida podrida en el odio.
Siempre en el recuerdo de los y las jóvenes socialistas de Almansa.
"Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla."
F.G.L.
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